2021, otro año negro para el Barcelona
Año negro para el Barcelona, en una clara deriva institucional, deportiva y económica con la que han tocado fondo en este desastroso 2021
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El año 2021 para el Barcelona ha sido posiblemente uno de los mas negros de sus historia reciente. La deriva económica y deportiva ha llegado a mínimos de principios de siglos, cuando el club estuvo en reconstrucción de nuevo. La decadencia futbolística del equipo, con malos resultados y eliminaciones en Europa que siguen sonrojando al aficionado culé, tocó techo con la marcha de Leo Messi y la posterior destitución de Ronald Koeman. Los números de las arcas blaugrana, en rojo, determinan un año para olvidar en el Camp Nou.
El segundo tramo de la temporada pasada fue un vaivén constante. La montaña rusa en la que vive instalado el Barça de un tiempo a esta parte se ha visto ejemplificado más que nunca durante todo este último año. El Barça de Koeman comenzó el año dándose otro golpetazo con la realidad en la Supercopa de España, apeado a las primeras de cambio. Ya se dejaba entrever lo que vendría después y la escasa capacidad de una plantilla que no competía en los momentos más importantes del año.
Pero 2021 siguió y el equipo parecía que reaccionaba. El segundo tramo liguero del Barça hizo pensar que era posible la épica pese a todo la inestabilidad que vivía el club tanto a nivel institucional, económico como deportivo. Pero antes de todo esto estaba la Champions League. El equipo volvía a hacer el ridículo en otra eliminatoria europea, ésta vez a manos del Paris Saint Germain. El cuadro parisino, con un excelso Kylian Mbappé, le ganó la partida a los culés y sentenciaron su participación, un año más, del máximo torneo continental.
Fue justo unos días antes de la eliminación europea cuando Joan Laporta emergía como nuevo presidente del Barcelona tras dominar con claridad en las elecciones. El abogado barcelonés asumía su reto más difícil y pronto comprendería la magnitud del desaguisado que es por dentro el club, con unas pérdidas muy superiores a las que creían inicialmente y que obligaron a solicitar varios créditos de manera inmediata.
El rumbo en Liga hizo creer al club que era posible pelear por el título doméstico pero la realidad fue muy diferente. El Barça acabó desarmándose una vez más y veía como el Atlético de Madrid se imponía como campeón. Sí reinó en la Copa del Rey, donde derrotó al Athletic de Bilbao por un contundente 4-0, única alegría a destacar para los culés en un bochornoso 2021.
Acabó el primer año de Koeman al frente del banquillo con el runrún ante un posible despido. Se amagó con traer a Xavi Hernández antes de tiempo pero el holandés acabaría continuando al frente del equipo. El holandés volvía a comerse nuevos marrones aunque veía como alguna de sus peticiones como Memphis Depay llegaba al club, junto a otros como Agüero o Eric García. Lo peor estaba por llegar con el drama que supuso el adiós de Leo Messi. El argentino puso punto y final a su etapa en el club culé en este 2021, lunar diferencial para la entidad, que fue incapaz de cuadrar las cuentas para darle continuidad a la leyenda. Para mayor decadencia, Antoine Griezmann acabó haciendo las maletas el último día rumbo al Atlético de Madrid y vino por él Luuk de Jong.
Sigue la deriva institucional y deportiva
La ruina económica del club seguía dando muestras tras el cierre del mercado. Sin Messi, Koeman seguía llevando a la deriva al equipo en uno de sus peores inicios de competición doméstica de la historia y con goleadas sonrojantes en Champions League ante Bayern de Múnich y Benfica. Todo seguía igual e iba a peor. La deriva del equipo, fuera de puestos europeos en Liga, acabó por mandar a Ronald Koeman al paro. Con él llegó Xavi finalmente, que se vendió como la panacea para todos los problemas troncales del equipo.
La eliminación del equipo de la fase de grupos de la Champions League tras más de 20 años llegó de la mano del egarense tras empatar a cero con el Benfica y volver a caer ante el Bayern. El rumbo deportivo sigue sin ser controlado y la situación financiera asfixia a toda la cúpula, incapaz de dar un giro radical a la situación desde su posición. El año 2021 quedará grabado en el pensamiento culé como uno de los más desastrosos de la historia reciente del club.